Propiedades del aire – Físicas y químicas

A continuación vamos a ver las principales propiedades del aire. Citaremos las principales propiedades físicas, tangibles y medibles, como son: El peso, la presión, la temperatura, el volumen, composición química y otras propiedades específicas que lo definen.

Cerca de la superficie terrestre, se comporta como una mezcla de gases bastante estable, manteniendo su proporción a lo largo de casi 80 kilómetros de altura. Habitualmente, se suele caer en el error, de que la proporción de oxigeno disminuye con la altitud, explicando así la dificultad de los escaladores para llegar a lo alto del himalaya.

Pero la realidad, es que la proporción es la misma, lo que sí que cambia es la presión atmosférica, y por tanto,  en dichas condiciones, el aire apenas consigue entrar en los pulmones. Siendo una dosis bastante reducida de oxígeno la que consigue alcanzar el torrente sanguíneo a través de los alvéolos.

Vamos a ver a continuación otras características que también pueden variar y que también resultan de una gran importancia para la vida.

El peso:

Esta es una de las propiedades que mayormente pasa desapercibida. Parece que el aire no tenga peso, pero si que lo tiene, y puede ser medido con precisión. Para ello, suele usarse en condiciones de 0º de temperatura y bajo una presión normal, que equivale a 1013 milibares. Con estas condiciones y sin humedad, podemos determinar que el peso en estado gas seco corresponde a 1,275 kilogramos por cada metro cúbico.

Podríamos decir, a groso modo, que el aire que hay en nuestra bañera pesa un kilogramo.

La presión:

La presión que sufre el aire, por lo general, tiene como responsable a la fuerza de la gravedad. En el punto más bajo, a nivel de mar, la presión corresponde a 1013 milibares. Aunque  no se aprecia, existe como si fuera una densa capa que aprieta hacia abajo, de igual manera que podríamos notar la presión en el fondo de una piscina. En el caso del aire, no es tan acuciante, pero sí que es notable la diferencia entre el nivel del mar y lo alto de las montañas. Por eso muchas veces notamos cambios de presión en el oído cuando subimos o bajamos un puerto de montaña con el coche.

Se sabe que la presión a 5000 metros de altura es la mitad que a nivel de mar, y aproximadamente una cuarta parte a 10.000 metros. Las razones son obvias, la capa de aire en estas alturas es menor.

Capas de aire

Temperatura:

Como cualquier cosa que exista en este planeta, tiene su temperatura, el aire no podría ser menos y también tiene sus rangos de temperatura. Una de sus propiedades más características, es que con el calor, tiende a expandirse, por el movimiento de sus partículas, y a contraerse con el frió. Esto explica el funcionamiento de los globos aerostáticos. Cuando calentamos el aire bajo el globo, éste se expande, y al ocupar mayor volumen sin cambiar el peso significa que su densidad es menor. El fluido con menos densidad tiende a estar por encima, y por lo tanto, un globo con aire caliente tiende a subir hacia arriba.

Propiedad del aire

El volumen del aire:

Ocupa un volumen en función de la presión y de la temperatura. Si comprimimos el aire conseguimos aumentar la temperatura. Esto explica el calentamiento de la bomba de hinchar las ruedas de las bicicletas. Las ollas a presión comprimen el aire y consiguen cocer los alimentos a mayor temperatura. El aumento de temperatura, al encender el fuego, también hace que aumente la expansión, por lo que conviene que las ollas a presión tengan una abertura regulable por la que dejar escapar el aire, si no queremos tener problemas en la cocina.

Aire con vapor de agua:

Se comporta como si fuera una esponja y tiende a absorber la humedad. Se sabe que al aumentar la temperatura, se facilita dicha absorción de agua, por ello, cuando hay descensos bruscos de temperatura, suele también aparecer la lluvia, ya que el exceso de humedad se condensa en forma líquida.

Velocidad:

Otra propiedad interesante del aire es su velocidad. Precisamente la velocidad del aire es lo que se denomina vulgarmente como “viento”, y aunque parezca raro, también dentro de casa, o en una habitación cerrada existe viento, aunque muy lento, en torno a 0,25 metros por segundo.  Este fenómeno permite que el humo de un cigarrillo rápidamente ocupe todo el espacio, y sea relativamente fácil detectarlo desde cualquier parte de la habitación.

 Composición:

El aire es una mezcla de gases. Concretamente un 21% de oxígeno, un 78% de nitrógeno y un 1% de gases nobles como el argón, xenón, criptón, neón… Si, aunque parezca mentira, al cabo de un día hemos respirado muchos litros de criptón sin saberlo.

Aparte de los gases, tiene la propiedad de absorber vapor de agua y pequeñas partículas como polvo, polen o microbios.

 

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