El limón, conocido científicamente como “Citrus Limón” es una fruta de color amarillo, de forma oval y que al igual que otros cítricos, contiene la pulpa encerrada en su interior formando segmentos o trozos, dependiendo de la pieza puede llegar a tener desde 8 a 10 gajos.
Generalmente no solemos pararnos a mirar qué tipo de marca es el limón que compramos. Las dos marcas principales o dos tipos de limones que podemos encontrar en los mercados son el limón de Lisboa, y el limón Eureka.
El Eureka y de la piel más texturizada, el cuello corto y suele contener bastantes semillas; en cambio el limón Lisboa tiene la piel más suave, carece de cuello, y por lo general vine con muy pocas semillas o casi ninguna. El limón por naturaleza es agrio, pero también existe un tipo de limón dulce conocido como “limón Meyer”, cada vez más popular en los distintos mercados y restaurantes. Podemos encontrar los mejores limones en torno a los meses de mayo hasta agosto.
Historia del limón:
Aunque se conoce el limón desde la antigua China , en occidente no tenemos evidencias de la existencia del limón hasta el siglo XI en el que los árabes los traen a España y también lo introducen en el norte de África. Posteriormente, los limones serán llevados a América por Cristóbal Colón en su segundo viaje del año 1493. Hoy en día los principales productores de limones son los Estados Unidos, Italia, España, Grecia, Israel y Turquía.
Los limones, al igual que otras frutas ricas en vitamina C, eran muy valoradas por los mineros durante la fiebre del oro de California a mediados del siglo XIX. El limón se utilizaba para protegerse de enfermedades como el escorbuto, y era tal su demanda que se llegó a crear una burbuja económica en torno a él, llegando a pagarse hasta un dólar por limón. Éste precio puede ser incluso hoy en día considerado como muy caro, por tanto podemos estimar que en 1849, un limón podría tener un coste de 30 $ actuales de hoy en día.
Flavonoides:
Los limones y las limas contienen compuestos flavonoides a los que les adjudica propiedades antioxidantes y anti cancerígenas. Destacan sobre todo los flavonoides glucósidos denominados limonoides, sobre todo la limonina, que a pesar de mostrar propiedades para detener la división celular en muchas líneas cancerosas, también son interesantes por sus efectos antibióticos. Por ejemplo, muchos investigadores encontraron en el limón un poderoso protector contra el virus del cólera.
Vitamina C:
Los limones también son una excelente fuente de vitamina C, que es uno de los oxidantes más importantes en la naturaleza, y cuya principal función es la de neutralizar los radicales libres que entran en contacto en ambientes acuosos de nuestro cuerpo, tanto dentro como fuera de las células. Conviene protegerse de los radicales libres ya que éstos pueden interactuar con las células sanas del cuerpo, dañar sus membranas, y también pueden causar inflamación en distintas partes del cuerpo. Esta es una de las razones por las que la vitamina C ha demostrado ser útil para tratar de reducir algunos síntomas de artritis reumatoide u osteoartritis.
Dado que los radicales libres también pueden dañar los vasos sanguíneos con el consiguiente aumento de colesterol, la vitamina C puede ser útil para prevenir el desarrollo y la progresión de la aterosclerosis y las enfermedades cardíacas diabéticas. Las pruebas de laboratorio indican que las células hepáticas humanas producen menos colesterol cuando se exponen a la limonina.
También resulta útil para mejorar el funcionamiento del sistema inmunológico. Un poco de vitamina C puede ser bastante útil para alejarnos de enfermedades como resfriados, gripes, infecciones de oído… Y se asocia con un menor riesgo de muerte por todo tipo de causas, entre las que se incluyen enfermedades del corazón, derrames cerebrales e incluso el cáncer.
Propiedades curativas de limón:
Indigestión y estreñimiento:
El zumo de limón ayuda a solucionar los problemas relacionados con indigestión y con el estreñimiento. Añadir unas gotas de limón en su plato puede ayudar a mejorar la digestión, y estimular la producción de bilis y de otros jugos digestivos. El limón actúa como un purificador de la sangre y como un agente limpiador, por lo que un buen trago después del almuerzo o de la cena de zumo de limón fresco puede aliviar sus dolencias estomacales y mejorar el estreñimiento.
Lo habitual es mezclar zumo de limón con agua y endulzarlo con azúcar o miel, también es habitual añadir algunas hojas de menta, hierbabuena e incluso semillas de hinojo trituradas para darle mejor sabor. Conviene beber un poquito de este zumo cada vez que se tenga una comida o una cena pesada.
Tomar por las mañanas agua con limón facilita el proceso de eliminación de los productos tóxicos del cuerpo, mejorando la eliminación de los productos de desecho, evitando los problemas de estreñimiento y diarrea y garantizando las funciones propias del intestino gracias a su contenido en fibra y pectina. Todas estas propiedades son importantísimas para mantener un peso ideal, por ello también es recomendable tomar agua con limón por las mañanas para aquellas personas que quieren comenzar una nueva dieta, o que quieren comenzar algún tipo de adelgazamiento.
Fiebre:
El zumo de limón puede ser un buen remedio para tratar a las personas que sufren de resfriados, de gripe o de fiebre. El limón aumenta la transpiración, por lo que ayuda a reducir la fiebre. Tiene una gran cantidad de ácido cítrico, potasio, calcio, fósforo y magnesio, cuyas propiedades ayudan a prevenir el crecimiento y multiplicación de las bacterias patógenas, que causan infecciones y enfermedades.
Cuidado de los dientes:
En ocasiones, el zumo de limón es utilizado para distintos procesos de cuidado dental. Una forma muy habitual de evitar el dolor de muelas es aplicar zumo de limón fresco en el área dolorida. También resulta útil aplicar un masaje con zumo de limón sobre encías sangrantes, de esta manera suelen detenerse el sangrado a la vez que se eliminen los malos olores.
Hoy en día es posible encontrar pasta de dientes que ya incluyen entre sus ingredientes el limón, pero si no fuera el caso, podemos nosotros mismos añadir unas gotas de limón sobre la pasta antes de efectuar la limpieza. Pero también debemos tener cuidado, porque los limones son altamente ácidos, por lo que si notamos un ligero quemazón, debemos lavarnos las encías y la boca rápidamente con agua. También puede dañar el esmalte, por lo que no conviene que el zumo de limón entre en contacto durante mucho tiempo con el cliente. Uno aclarado con agua siempre es conveniente después de usar el limón.
Cuidado del cabello:
El zumo de limón también es muy apropiado para el tratamiento y el cuidado del cabello, dando solución a problemas como la caspa, la pérdida ocasional del cabello, y otros tipos de problemas relacionados también con el cuero cabelludo. Aplicar zumo de limón directamente sobre el pelo puede mejorar y dar apariencia de brillo natural.
Cuidado de la piel:
El zumo de limón es un medicamento antiséptico natural que también puede curar distintos problemas relacionados con la piel e incluso problemas oculares. Puede utilizarse para reducir el dolor en las quemaduras producidas por el sol, y también ayuda a aliviar el dolor producido por las picaduras de los insectos. Resulta un remedio bastante útil para el tratamiento del acné y del eccema, y puede actuar como reductor de arrugas y de espinillas ofreciendo un semblante más joven de piel. Hoy en día existen muchos jabones que ya contienen zumo de limón entre sus ingredientes, aunque no son muy fáciles de encontrar.
Quemaduras:
Aplicar zumo de limón sobre zonas de piel quemadas anteriormente puede ayudar a reducir e incluso hacer desaparecer las cicatrices. En quemaduras actuales, también actúa reduciendo el ardor y la irritación.
Hemorragias internas:
Tiene propiedades antisépticas y también a propiedades coagulantes, por lo que tiene la capacidad de tener pequeñas hemorragias internas. Para detener por ejemplo una hemorragia nasal, podemos aplicar zumo de limón en una pequeña bola de algodón y colocarla dentro de la nariz.
Trastornos respiratorios:
El zumo de limón ayuda a aliviar los distintos problemas respiratorios, entre los que se encuentra por ejemplo el asma. También es conocida la actividad de la vitamina C que ayuda a mejorar los trastornos respiratorios en el largo plazo.
Tratamiento contra el cólera:
Estudios recientes sobre enfermos de cólera y malaria han evidenciado mejorías en aquellos pacientes tratados con zumo de limón, ya que el limón actúa como un purificador de la sangre y ejerce una gran función antibiótica. En el caso de la malaria, el limón no la cura, pero ayudará a mejorar su tratamiento.
Cuidado de los pies:
El limón puede utilizarse para relajar los pies. Su poder aromático y antiséptico es útil para conseguir una buena relajación muscular en el área del pie. Podemos calentar agua, añadir zumo de limón y sumergir los pies para conseguir un alivio inmediato y una correcta relajación muscular. El zumo de limón también puede disolver callos de la piel, por lo que puede ser aplicado en las zonas endurecidas de las plantas de los pies, e incluso de las palmas de las manos.
Reumatismo:
También posee propiedades diuréticas, reduce y disuelve el ácido úrico, por lo que resulta muy útil para reducir el dolor y la inflamación en el reumatismo y la artritis. Además su capacidad antibiótica ayuda a eliminar las bacterias y las toxinas del cuerpo.
Infecciones de garganta:
Resulta ser un remedio excelente para luchar contra los distintos problemas relacionados que las infecciones de garganta; todo ello se debe a sus propiedades antibacterianas y antibióticas.
Cuidados del hígado:
El limón mantiene los niveles de pH del cuerpo y también ayuda a equilibrar los niveles de calcio y oxígeno en el hígado. Tomar zumo de limón con aceite de oliva ayuda a eliminar las piedras de la vesícula. El limón también tiene la capacidad de suministrar energía a las enzimas hepáticas y ayuda a reponer las sales minerales que el cuerpo necesita, sobre todo después de una sesión de entrenamiento o después de un extenuante ejercicio físico.
Muchas plantas silvestres amargas tienen un buen efecto para el cuidado del hígado. Entre las más beneficiosas, destacan las propiedades de la achicoria.
Hipertensión:
Las personas que sufren de problemas cardíacos pueden beneficiarse al tomar zumo de limón, ya que contiene potasio y ayuda a controlar la presión arterial alta, proporciona una sensación calmante para la mente y el cuerpo, y ayuda a reducir los mareos y las náuseas. El potasio es comúnmente empleado para reducir el estrés mental y la depresión.
Cáncer:
Estudios realizados en animales y también pruebas de laboratorio en las que se usaron células humanas, han demostrado que el limón, junto con otras frutas cíclicas, puede ser una ayuda muy beneficiosa para combatir el cáncer de boca, piel, pulmón, mama, estómago y colon.
Existe un limonoide llamado “limonina”, presente en las frutas cíclicas que suele unirse a la glucosa y que nuestros cuerpos pueden digerirla de manera muy fácil. Un estudio realizado con 16 voluntarios a los que se les pidió que tomara de uno a siete vasos de zumo de naranja, concluyó con que la sangre mostraba la mayor concentración de limonina seis horas después del consumo, pero también concluyó con que 24 horas después, aun había restos de limonina en cinco de los voluntarios.
Este experimento explica cómo los distintos flavonoides cítricos pueden llegar a ser potentes anti cancerígenos ya que permanecen activos en el cuerpo durante varias horas, al contrario que otros anti cancerígenos naturales conocidos como los fenoles del té verde o del chocolate puro, que apenas permanecen de cuatro a seis horas.
Otra fruta que también tiene propiedades anticancerígenas es la Guanabana
Consejos finales:
Como comprar limones: A la hora de seleccionar los mejores, debemos encontrar aquellos que tengan la piel delgada. Los limones con la cáscara más gruesa tienden a tener menos carne y menos pulpa y por lo tanto ser menos jugosos. Se recomienda utilizar los limones de color totalmente amarillo, ya que aquellos que tienen toques verdes seguramente sean más ácidos debido al hecho de que aún no han madurado completamente. Igualmente los viejos o excesivamente maduros tendrán arrugas y manchas y su piel carecerá de brillo. Debemos evitar escoger limones excesivamente maduros o sin madurar.
Como guardarlos: Una vez comprados, los podemos guardar en casa a temperatura ambiente, no hace falta meterlos en la nevera, pero es importante que no les dé la luz directamente del sol. Es conveniente utilizarlos en los siguientes días sin sobrepasar la semana, si nuestra intención no va a ser la de utilizarlos en el corto tiempo, podemos entonces guardarlos en la nevera donde pueden aguantar hasta un mes. También es posible congelar el zumo de limón en cubiteras de hielo para su posterior uso, e incluso guardar la ralladura de limón en recipientes de vidrio hermético, colocados en lugares frescos y secos.
Como extraer el zumo: antes de cortar el limón por la mitad, de manera horizontal, conviene lavar la piel para evitar que cualquier suciedad o bacterias resistentes puedan acabar en el zumo. Una vez cortado el limón, podemos quitar las semillas y proceder a la extracción mediante el método seleccionado, ya sea con una licuadora, exprimidor o incluso apretando con la mano.
Si la receta que va utilizar requiere ralladura de limón, asegúrese de que utiliza un limón de cultivo orgánico, ya que los limones cultivados de manera ecológica tendrán menos residuos de plaguicidas en la piel. Los limones no cultivados por técnicas ecológicas pueden contener capas de cera de origen petroquímico, para embellecer su aspecto, aparte de distintos plaguicidas insecticidas tóxicos para el ser humano. Conviene lavar y secar el limón y utilizar un rallador alrededor de la primera capa de limón sin llegar a la zona blanquecina, cuyo sabor es amargo y no debe ser utilizada. La cáscara del limón es rica en oxalatos, cuya concentración puede a la larga crear problemas de piedras en el riñón. Las personas con problemas renales deben evitar el consumo de cáscara de limón.